Una estación de tren abandonada tiene un no sé qué de interés extra. A pesar del silencio y la quietud, uno se imagina a los pasajeros hablando en el andén, o despidiéndose, al relojero y al limpiador de botas, al maquinista y, en fin, toda una escena de emociones de cualquier aeropuerto. De hecho, la estación de Canfranc unía España con Francia, atravesando los Pirineos.
Se inauguró en 1928, con la presencia del rey Alfonso XIII, pocos años antes de exiliarse. Un tren descarriló en 1970 y provocó el derrumbe del puente de L’Estanguet, lo que aisló la estación del tráfico internacional. En 2007 se iniciarion los acuerdos y labores para reconvertir la estación en un hotel de lujo, aunque sigue paralizado el proyecto. Se prevé que en 2014 el gobierno regional habilite una zona de para visitas turísticas. La estación de Canfranc se encuentra en Huesca, en un paraje excepcional.



No hay comentarios:
Publicar un comentario